Primero nos miramos en los ojos de las personas que nos rodean, como nuestros padres, y después nos formamos una idea bastante imprecisa de quiénes somos. A lo largo de los años, esa idea se va perfilando mejor, en parte gracias a las personas que encontramos en nuestro camino. Estas nos van dando pistas que confirman o refutan nuestra auto percepción. En ese proceso se forma nuestra personalidad.
El principal problema radica en que los demás se convierten en maestros alfareros que contribuyen a moldear nuestra autoestima y auto-confianza, aunque no sepan cómo hacerlo y a menudo ni siquiera sean plenamente conscientes de ello.
Obviamente, el problema surge cuando le prestamos demasiada atención a las opiniones de los demás, cuando nos preocupamos excesivamente por lo que piensan de nosotros, hasta tal punto que tomamos decisiones importantes motivados solo por el deseo de agradar o encajar.
Por supuesto, no podemos desentendernos por completo de las opiniones de los demás, porque somos seres eminentemente sociales. Sin embargo, cuando te importa más el qué dirán que tu satisfacción, cuando priorizas la aceptación de los demás sobre tu propia felicidad, entonces, antes o después, tu camino se torcerá y cuando mires a tu alrededor, solo verás insatisfacción.
Por eso es fundamental encontrar un justo equilibrio entre la persona que queremos ser, y la persona que los demás quieren que seamos. No es fácil, pero el camino vale la pena.
Por eso es fundamental encontrar un justo equilibrio entre la persona que queremos ser, y la persona que los demás quieren que seamos. No es fácil, pero el camino vale la pena.
1:Los ojos de los demás son nuestras cárceles, sus pensamientos nuestras jaulas.
2:No tenemos la responsabilidad de ser como los demás esperan que seamos. Es su error, no nuestro defecto.
3:Expresa lo que eres y di lo que sientes, porque a quienes les preocupa no cuentan y a quienes cuentan, no les preocupa.
4:Solo hay una manera para evitar las críticas: no hacer nada, no decir nada y no ser nadie.
5:Ser uno mismo, en un mundo que está constantemente tratando de hacer que seas alguien diferente, es el mayor logro.
6:La recompensa por la conformidad es que le gustes a todo el mundo, excepto a ti mismo.
7: Preocúpate por lo que otras personas piensen, y siempre serás su prisionero.
8:Los grandes espíritus siempre encontrarán la violenta oposición de las mentes mediocres.
9:El individuo siempre ha tenido que luchar para no ser aniquilado por la masa. Si lo intentas, a menudo te sentirás solo y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser el dueño de sí mismo.
10:Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de alguien más.
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